La actividad fue un verdadero homenaje a la cueca, donde participaron personas de todas las edades, desde niños y niñas hasta adultos mayores.

Un centenar de amantes de la cueca se congregaron en la Plaza de la Juventud para celebrar el Día de los Cuequeros, en una jornada épica y llena de tradiciones que reunió a los amantes del baile nacional y que tuvo el respaldo de la Municipalidad de Arica. Con pañuelos al viento y al ritmo de guitarras, cantos y zapateos, la comunidad vivió una fiesta cargada de identidad y folclore chileno.

El alcalde Orlando Vargas Pizarro asistió y participó activamente en la jornada, destacando el rol fundamental de la comunidad en preservar el patrimonio cultural. En su intervención, valoró especialmente el entusiasmo de las nuevas generaciones y señaló que “como alcalde no puedo estar ausente, nosotros llevamos muchos años como radio y hoy como gestión municipal y la Municipalidad ha apoyado por muchos años a la cueca, es tanto que el nacional volvió al estadio y eso indica que este municipio está con la cueca, y estoy dispuesto a seguir apoyando a la cueca nuestra danza nacional”.

La actividad fue un verdadero homenaje a la cueca, donde participaron personas de todas las edades, desde niños y niñas hasta adultos mayores, demostrando que esta tradición sigue más viva que nunca. El evento incluyó presentaciones de agrupaciones locales, parejas de baile invitadas y una gran participación del público, que no dudó en sumarse a la celebración.

“Celebrarlo en nuestra ciudad de Arica, hacer patria, es de verdad es impresionante ver como niños, niñas, adolescentes y adultos participan y hacen patria con nuestro baile nacional, la verdad que contento de realizarlo en nuestra ciudad. Arica es la capital nacional nombrada y nominada por la la UNESCO”, indicó Max Schauer, concejal.

Durante la actividad también se realizaron reconocimientos a personas que han tenido un rol clave en mantener viva la tradición cuequera en la comuna. Entre aplausos y emoción, se rindió homenaje a cultores y cultoras que han dedicado su vida a transmitir la cueca, fortaleciendo así el legado cultural que une a generaciones en torno a esta expresión tan representativa de la chilenidad.